
El maíz es, sin duda, uno de los cultivos más versátiles e indispensables del mundo. Originario de Mesoamérica, este grano dorado ha encontrado su camino en casi todas las cocinas de nuestro planeta. Desde la sólida polenta en Italia hasta las nutritivas tortillas en México, las cualidades adaptables del maíz han inspirado a generaciones de aventureros culinarios.
La belleza del maíz no reside únicamente en su valor nutricional, sino también en su capacidad para transformarse. Los granos dorados pueden ser cocidos, asados, horneados, al vapor o procesados en una serie de productos. Es tanto un humilde acompañamiento como una estrella por sí mismo. Y justo cuando pensabas que lo sabías todo sobre este grano, el mundo culinario lanza una sorpresa en forma de... ¡helado de maíz!
La idea de convertir un ingrediente base como el maíz en un dulce manjar como el helado puede parecer un poco ortodoxa. Pero es esta combinación de lo familiar con lo inesperado la que a veces produce las experiencias gastronómicas más memorables. El maíz tiene naturalmente un matiz dulce, y en un contexto cremoso y congelado, esa dulzura se realza maravillosamente.
Imagínate: la cremosidad del helado recién batido, intercalada con el sabor a nuez de los granos de maíz tostados, terminado con un toque de sal para equilibrar el conjunto. Cada bocado es una armonía de texturas y sabores; el helado sedoso contrastando con el ligero crujido del maíz.
Esta aventura en el mundo del maíz nos recuerda las infinitas posibilidades de la comida. Nos motiva a mirar más allá de las fronteras tradicionales de la cocina y a ampliar nuestro horizonte culinario. El helado de maíz es un perfecto ejemplo de cómo un ingrediente, por muy cotidiano que sea, puede transformarse en una delicia exquisita e inesperada.
Helado de Maíz

Categoría: | Postres |
Tiempo de cocción | 30 min |
Porciones: |
4
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Cocina: | Cocina Internacional |
Rango de costos: | Barato |
Ingredientes:
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500 ml Leche entera
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250 ml Crema
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150 gr Azúcar fino
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5 yemas Huevos
Instrucciones:
- Preparación del maíz: Si estás usando mazorcas frescas, retira los granos con un cuchillo. Si estás utilizando maíz en lata, asegúrate de escurrirlo bien.
- En una cacerola, combina los granos de maíz y la leche. Calienta esta mezcla a fuego medio hasta que esté casi hirviendo. Retira del fuego y deja reposar durante 30 minutos.
- Licúa la mezcla de maíz y leche con una batidora de mano o en una licuadora hasta que esté suave. Cuela la mezcla para eliminar cualquier trozo grande o piel. Vierte la mezcla colada de nuevo en la cacerola.
- Añade la nata a la mezcla de maíz y leche y calienta a fuego medio.
- En un tazón separado, bate las yemas y el azúcar juntas hasta que estén claras y cremosas.
- Poco a poco y mientras remueves, vierte la mezcla caliente de maíz y leche en la mezcla de huevo. Esto se llama "templar" y ayuda a que los huevos se calienten lentamente sin cuajarse.
- Vierte esta mezcla combinada de vuelta en la cacerola y calienta a fuego lento, removiendo constantemente, hasta que la mezcla se haya espesado y cubra la parte trasera de una cuchara (asegúrate de que no hierva).
- Retira del fuego, añade la vainilla y deja que la mezcla se enfríe completamente.
- Una vez enfriada, vierte la mezcla en una heladera y sigue las instrucciones del fabricante para hacer el helado.
- Transfiere el helado a un recipiente hermético y coloca en el congelador para que se endurezca completamente, generalmente al menos 4 horas o durante la noche.
- Sirve en tazones o conos de helado y ¡disfruta!
Consejo: Para un sabor y textura adicionales, puedes agregar granos de maíz tostados justo antes de que la mezcla de helado se solidifique completamente en la heladera.